Lo
que viví, aprendí y conocí en la institución fue mucho, aprendí a tomar mi
papel mi rol como docente, conocí niños
que quieren y dan a conocer sus ganas de aprender, que día a día llegan
con una gran sonrisa, con ganas de saber, de aprender todos los días, esas ganas de compartir con
sus compañeros y ver a su profesora que los consiente y los trata con amor.
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con niños que tienen una demora de aprendizaje fue una experiencia maravillosa,
donde demostré que esto es lo mio , que ser maestra es una labor compleja, pero
una labor en la que se siente la satisfacción al formar seres humanos.
Gracias
a este proyecto, le cogí mas amor a mi carrera, me siento más segura de lo que
quiero ser, donde me conocí, y donde
pude explotar mi amor y mi paciencia al enseñar y compartir con personas que también nos enseñan. Ellos no se rinden, siguen haciendo las actividades
teniendo en cuenta las instrucciones y apoyo de su maestra.
En
una de las actividades que realizaban en el salón de clases, uno de los niños,
Felipe, realizaba la plata del número 6 , se le dificultaba un poco, sin
pensarlo , me acerque a explicarle, le ayude y lo espere a la finalización de
la actividad , en varias ocasiones se equivocó, la paciencia me ayudó para
explicarle una y otra vez, pero Felipe me miró con una lagrima a punto de caer,
me dijo con gran tristeza “YO NO PUEDO”, pero esas ganas de seguir , de
aprender, de continuar con su tarea logró detenerme, sentarme a su lado y
continuar, nada se lo impedía.
Por
esto, fue una experiencia maravillosa, que logró conocer más de mí.